Un vino que nació para reflejar la diversidad de las viñas de un pueblo y el trabajo de los viticultores. Las parcelas que lindan con las propiedades de la finca Remelluri pertenecen a dos de los municipios vinícolas más interesantes de la Rioja: Labastida y San Vicente de la Sonsierra. No se trata de un segundo vino, es una iniciativa de Telmo Rodríguez para homenajear de forma directa el trabajo de numerosas familias que históricamente suministraron uvas a la finca y que son el origen de muchos de los grandes vinos de Rioja. Esta añada fue atípica y prometedora, con buena maduración, muy buena sanidad y un marcado potencial aromático frutal.
- D.O
- Rioja
- Variedad de uva
- 95% Tempranillo y 5% Garnacha
- Vinificación
- Fermentación en depósitos de acero inoxidable con levaduras autóctonas. Envejecimiento de 12 meses en barricas de roble de diferentes tamaños.
- Viñedo
- 28 viñedos en las fincas Marrate, El Calvario, Castrijo, Las Ginebras, El Bosque, La Torera, La Carbonera y Henares. Ubicados entre los 450 y los 780 metros de altitud. Área de 12,78 hectáreas.
- Envejecimiento
- 12 años
- Robert Parker
- 94
- Guía Peñín
- 93
- Tim Atkim
- 93
- James Suckling
- 92
- Productor
- Granja Nuestra Señora de Remelluri S.A (Carretera Rivas de Tereso s/n, 01330 Bastida, Álava, España)
- Origen
- Labastida (Álava)
- Graduación Alcohólica
- 14%
- Peso
- 750 ml
- Vista
- Color cereza picota.
- Nariz
- Aromas expresivos de frutos rojos y notas florales.
- Boca
- Marcada por la precisión fresca y profunda de un vino algo más austero y vertical.
- Maridaje
- Presa ibérica con boletus y torta de la serena, gallina en pepitoria o manitas de cerdo rellenas.
- Tipo
- Tinto
BODEGAS REMELLURI
Los que conocen bien Remelluri suelen decir que el origen de la Granja se pierde en la noche de los tiempos. Una necrópolisis en el centro de la finca así lo atestigua. Un conde alavés llamado "Erramel" fundó Erramelluri, y así empieza la historia de un enclave privilegiado.
En este lugar, rodeado de antiguos viñedos tallado en la roca, se encuentra un antiguo lagar de vino, constituyendo seguramente uno de los vestigios vinicolas más antiguos de La Rioja. En el siglo XIV, monjes jerónimos se asientan en estas tierras, creando una granja monástica, que se hace dependiente del santuario de Toloño, situado en la cumbre de este monte.
Los cultivos de la granja, protegidos del viento y las heladas, gozan de un microclima excepcional. En su entorno, vestigios de poblaciones prehistóricas, romanas, visigodas, árabes y finalmente medievales, nos hablan de una actividad agrícola desde tiempos remotos. Y así, transcurren numerosos hitos y años hasta que en 1967 Jaime Rodríguez Salis y Amaya Hernandorena adquieren la finca. Desde entonces, la Granja de Nuestra Señora de Remelluri va recuperando sus antiguas tierras, contando actualmente con 154 hectáreas, 105 de las cuales constituyen un restaurado viñedo, origen de los vinos de Remelluri.
La Granja
Entre los patios de la bodega hay una fuente donde mana -y se puede beber- el agua de la Fuente de la Calabaza, que viene de las aguas subterráneas del Monte Toloño. Desde allí, se sigue un camino que pasa por un pasillo de arbustos autóctonos, olivos y viejos frutales, hasta llegar a la ermita del siglo XI. De la ermita se vuelve a la pista entre las viñas, y se baja en dirección sur, hasta llegar a una pequeña choza de dos aguas y paredes de piedra arenisca, un ejemplo de las muchas chozas para viticultores de la zona.
Alrededor de la choza se pueden ver los viñedos de Tempranillo en vaso y trabajados 100% en agricultura tradicional. En dirección sureste se encuentra la necropólis Alto Medieval, llamadas también Tumbas de Santa Eulalia. Mas de 300 enterramientos antropomorfos escavados en la roca para enterrar a los pobladores cristianos que entre los siglos X y XI poblaron el valle de Remelluri.
Viñedo
El viñedo reúne 200 parcelas de una media de 0,6 hectáreas de superficie repartidas en tres pequeños valles al pie del monte Toloño y un espectacular bloque calizo de 1272 metros de altura que protege la propiedad de las tormentas atlánticas. En sus faldas, a partir de los 800 metros de altura, los bosques de ginebros y encinas se funden con los primeros viñedos. Esta situación de límite climático favorece una maduración suave y tardía de la uva.
El cultivo de hace de forma ecológica, los campos no se tratan con productos sistémicos o herbicidas, y el uso de tratamientos biodinámicos permite potenciar la tipicidad de un enclave privilegiado e histórico en la Rioja.