Priorat
Denominación de Origen Priorat
La Denominación de Origen Priorato tiene su origen en el año 1932, cuando el Ministerio de Agricultura, reconocía al Priorato como una zona vitivinícola a proteger por la calidad de sus vinos tintos y blancos. Fue en 1954, cuando se estableció definitivamente la DO Priorato dotando a la comarca de unas expectativas para afrontar la despoblación y la crisis que sufría en ese momento el mundo rural.
La Denominación de Origen Priorato se encuentra en la comarca del Priorat, situada en el centro-norte de la provincia de Tarragona. Los viñedos se reparten entre 11 municipios (La Morera de Montsant, Scala Dei, La Vilella, Gratallops, Bellmunt, Porrera, Poboleda, Torroja, Lloá, Falset y Mola) adosados a las terrazas de las colinas o en sus escarpadas cuestas, en altitudes entre los 100 y 700 metros. Y está compuesta por más de 600 viticultores.
Variedades:
Blancas: chenin, macabeo, garnacha blanca, pedro ximenez, moscatel de alejandria, moscatel de grano pequeño, xarelo, picapoll blanca y viognier.
Tintas: cariñena, garnacha, mazuela, garnacha peluda, cabernet sauvignon, cabernet franc, ull de llebre (tempranillo), pinor noir, merlot, syrah y picapoll negra.
Suelos:
Éste es probablemente el elemento distintivo de la zona y precisamente, el que la ha catapultado a primera línea de calidad, no sólo española, sino mundial. Los suelos, pobres y de constitución volcánica, están formados por pequeñas láminas de pizarra (llicorella) e imprimen un acusado carácter mineral a los vinos. El viñedo se asienta en terrazas y laderas de gran pendiente.
Clima:
Aunque con influencias mediterráneas, es templado y seco. Una de las características importantes es la práctica ausencia de lluvias durante el verano, que propicia un excelente estado sanitario de la viña. La media de precipitaciones se sitúa entre los 500 y 600 mm. anuales.
Características Generales de los vinos:
Blancos: Se elaboran principalmente a partir de macabeo y garnacha blanca. De color amarillo pajizo, presentan aromas frutales y recuerdos de hierbas de monte; en la boca muestran también su carácter mediterráneo: son algo cálidos y con matices silvestres.
Rosados: Quizás son los menos característicos de la región. Por el clima más bien cálido en el que madura la uva, se identifican por sus notas a fruta madura; en boca son cálidos y sabrosos.
Tintos: El producto estrella de la región. Elaborados a partir de garnacha y cariñena combinadas en los de gama alta con porcentajes menores de variedades extranjeras, se caracterizan por su color cereza intenso, muy cubierto. Los mejores ofrecen una nariz de gran complejidad, con notas de fruta muy madura y marcado carácter del terruño (debido a la influencia de los suelos pizarrosos) que da abundantes notas minerales. En boca poseen gran carácter y estructura: son potentes, carnosos, cálidos y, a la vez, rotundos de acidez, marcadamente tánicos y muy persistentes.
Rancios y Dulces: Los rancios tradicionales de la zona ofrecen aromas almendrados y notas de hierbas de monte; en boca son cálidos, sabrosos y con una buena evolución oxidativa. Existe también una gama de vinos dulces elaborados según criterios más modernos. Presentan un color cereza cubierto; en nariz desarrollan aromas a frutos negros, casi pasificados y notas tostadas por su crianza en roble; en la boca son dulces, pastosos, muy afrutados y muy equilibrados por su buena acidez.
Foto: Viñedos de los vinos de Priorato de Álvaro Palacios
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