Un informe realizado por la Universidad Heriot Watt de Edimburgo, liderado por el psicólogo y profesor Adrian North, confirma científicamente que la música influye en el sabor del vino.
¿Quién no ha acompañado alguna vez la degustación de un buen vino con su disco favorito? o simplemente, ¿quién no recuerda la banda sonora de esos momentos especiales acompañados de alguna que otra copita de vino? Todo esto se corresponde con la teoría cognitiva que establece que la música estimula áreas específicas del cerebro. Somos seres asociadores y nos encanta asociar melodías con momentos y fusionarlos con otras percepciones. Entonces, ¿por qué no hacerlo con el vino?
El vino encierra todo un conjunto de aromas, gustos y sensaciones que casi podemos tocar, pero también es un universo sonoro. Como bien afirmó Carlos Delgado, en su artículo La música cautiva del vino: «El vino, como la música, tiene una línea horizontal, melódica, que se corresponde con sus aromas, y una línea vertical, armónica, que se manifiesta en la experiencia palatal». Y no solo eso, es capaz de expresarnos su melodía a través del gusto.
Volviendo a la investigación de North; este estudio demuestra la relación entre vino y música y afirma que existe una música indicada para cada tipo vino. Según los sonidos que se escuchen en el momento de la cata, cambiará de un modo u otro el sabor y nuestra percepción del vino. Una de las investigaciones realizadas para el estudio se desarrolló en los supermercados, demostrando que las personas son cinco veces más proclives a comprar vino francés si se utiliza música ambiental con acordeones. Llegados a este punto, podemos hablar del surgimiento de un nuevo concepto de maridaje, el maridaje sonoro. De ahora en adelante, entra en acción una tercera variable que provocará la fusión perfecta entre gastronomía, vino y música y dará lugar a experiencias inigualables.
A tal vino tal música
Algunas de las sugerencias que propone este informe en relación a los distintos tipos de vino son las siguientes.
– El mejor acompañamiento de una copa de Cabernet Sauvignon es la música fuerte y poderosa. El estudio sustenta que este tipo de música, hace que percibamos el vino un 60% más fuerte, rico y robusto que cuando no hay música en el ambiente. Algunas de las sugerencias para acompañar a este tipo de vino, son canciones de los grandes del Rock como Jimi Hendrix, The Rolling Stones o The Who.
– Para degustar un Merlot, la mejor opción es recurrir a melodías de Soul y R&B, o incluso música en acústico con acompañamiento de guitarra.
– Para un buen Chardonnay, quedan mejor los ritmos refrescantes y alegres que nos traen algunas canciones con toques Dance o de música Disco.
– Para los que elijan un buen Syrah, lo más recomendable es dejarse llevar por melodías de música clásica y canciones como Nessun Dorma de Puccini, o por bandas sonoras tan potentes como Chariots of Fire de Vangelis.
La asociación de vino y música cada vez está más de moda; cada día encontramos más iniciativas de maridaje sonoro entre la parrilla de eventos de nuestro país. En las llamadas muestras de vino y música, las mejores catas de vino están acompañadas por conciertos de todo tipo, pudiendo disfrutar de muestras de jazz y música clásica o de auténticos conciertos de rock. El maridaje sonoro se ha convertido en una gran apuesta de Enocultura, llegando a convertir una cata de vino en auténticas sesiones de Musicoterapia.