Las historias de los bodegueros son también las de personajes que recrean su vida cuando son tocados por la pasión del vino. Toni Sarrión, natural de la valenciana Requena, después de haber vagabundeado profesionalmente volvió a la finca familiar y sintió la llamada enológica. Indagó los secretos del vino y llegó al eureka de que lo autóctono es si no lo mejor, sí lo diferente.
Trayectoria profesional:
Toni Sarrión creía en la bobal, amaba esta uva autóctona del Mediterráneo. A finales de los noventa convenció a su familia para reconvertir su finca ganadera del altiplano valenciano en un ambicioso proyecto bodeguero: Mustiguillo (2000). Abandonó su anterior vida profesional y estudió enología. Trabajó duro durante 12 años en este rincón y en 2010 llegó la recompensa: la certificación como Vino de Pago, un logro nunca antes conseguido por ninguna bodega del Mediterráneo. Hoy día elabora vinos basados en la uva bobal consolidados en la élite, muy bien valorados por la crítica nacional e internacional.
Bodega el mustiguillo
Fundada en el año 2000, la filosofía de la bodega familiar Mustiguillo se puede sintetizar en dos lemas: extraer lo mejor de las variedades autóctonas y ofrecer vinos que sean fiel expresión del suelo y el paisaje. Ubicada en la finca El Terrerazo, en Utiel (Valencia), Mustiguillo surge del empeño de Toni Sarrión por demostrar que la bobal, cultivada en calidad, es una gran uva. Así, basándose en las viñas viejas que albergaba esta propiedad familiar, puso en marcha un proyecto que en poco tiempo ha sido capaz de marcar un hito en el panorama valenciano, creando vinos que ya forman parte de la élite, con altas puntuaciones de los críticos más influyentes, como Robert Parker; y logrando ser la primera bodega del Mediterráneo en obtener el reconocimiento de Vino de Pago (DOP Pago El Terrerazo).
Es todo un orgullo poder contar con enólogos como Toni Sarrión que aportan tanto conocimiento a este mundo del vino.