Es muy frecuente oír la frase de ‘Una copita de vino tinto al día es bueno para el corazón’, y es cierto, pero no solo para el corazón, sino para muchas otras cosas. El vino tinto tiene increíbles efectos sobre la salud, desde perder peso hasta potenciar el cerebro. El hecho de que sea buena no implica que haya que beberse una botella de vino en un solo día, sino que con un poquito todos los días, es más que suficiente para disfrutar de sus beneficios..
El vino tinto mejora el circuito sanguíneo
El vino tinto tiene vitamina E, lo que mejora el circuito sanguíneo ya que limpia la sangre, por tanto, elimina los coágulos y protege los tejidos de los vasos sanguíneos. Previene la aparición de aterosclerosis, enfermedad causada por la degeneración de las arterias. Contrarresta no solo los síntomas, sino que además puede evitar que la enfermedad aparezca.
Además, al limpiar la sangre, reduce el colesterol, el causante principal de enfermedades del corazón. El vino tinto es rico en polifenoles, en concreto, el resveratrol. Esta sustancia química rica en antioxidantes que nos ayuda a cuidar nuestros vasos sanguíneos y reduce el colesterol malo (LDL) y aumenta el colesterol bueno (HDL).
Al limpiar la sangre y mejorar el riego sanguíneo, permitirá que los efectos estéticos de un mal riego sanguíneo tampoco aparezcan, es decir, evita que las varices aparezcan.
Es un aliado para bajar de peso
Este puede que sea uno de los efectos que más te sorprenda, el vino tinto ayuda a bajar de peso. Los expertos en las ciencias de la salud explican este hecho gracias a que el vino tinto, y no otro, activa un gen que impide que se formen nuevas células de grasa, y con las ya existentes en nuestro cuerpo, podremos depurarlas y eliminarlas progresivamente. Por tanto, reduce la obesidad, que tanto preocupa a los países desarrollados, y controla el sobrepeso al envejecer. A su vez, tomar una copa de vino diaria también reduce los riesgos de padecer diabetes, ya que nos permite eliminar grasas, etc.
Los efectos no serán visibles si abusamos y bebemos más de un vaso al día, y este no debe estar completamente lleno. Se verá potenciado si llevamos a cabo una dieta equilibrada y que esté libre de grasas.
Potencia el funcionamiento del cerebro
Un buen vino tinto puede mantenerte despierto y avispado para desarrollar teorías o estudiar ya que mejora los procesos cognitivos.
A través de diversos estudios, se ha demostrado que, una vez más, el consumo responsable y constante de vino tinto previene demencias y las enfermedades cerebrales degenerativas, ya que previene el envejecimiento prematuro de las células de la memoria. Será un buen remedio si tenemos inflamaciones cerebrales, evita el endurecimiento de las arterias y todos los coágulos y riego sanguíneo que pueda afectar a nuestras funciones cerebrales.
Previene y trata las infecciones bucodentales
¿Te sangran las encías? No lo dudes, acompaña tus comidas con una copa de vino tinto y verás cómo tus encías dejan de sangrar tanto como ahora. ¿A qué se debe esto? Las uvas contienen una serie de compuestos y que cuando se fermentan, evitan la aparición de estreptococos y bacterias vinculadas a las caries. Además, evitará la gingivitis y los dolores de gargantas.
Tomar vino cuando comemos tiene gran impacto sobre el sabor que percibimos. Aunque ya hemos hablado del maridaje anteriormente, el vino tinto hace que percibamos los sabores de nuestra comida intensamente, especialmente, si tomamos carnes grasosas. Nos hará sentir la boca limpia.
Ayuda con el cansancio diario
¿Quién hablaba de café para los lunes? Es un tanto curioso que una copa de vino al medio día vaya a hacer que nuestros lunes sean menos lunes y que nos ayuden a llegar al viernes. El resveratrol, del que ya hemos hablado anteriormente, hace que los días en los que nos sentimos apáticos o cansados, mejoren.
Además tomar una copa de vino tinto diaria, libera endorfinas, que nos harán relajarnos y disfrutar del aquí y el ahora.
Reduce el riesgo de cáncer
Este efecto sobre la salud puede ser uno de los más interesantes, y es que desde que los casos de cáncer son más frecuentes y nos sentimos más expuestos a esta enfermedad, intentamos evitar los alimentos que lo pueden causar así como intentamos consumir aquellos que pueden evitarlo.
El vino tinto es un antioxidante, como ya hemos dicho anteriormente. El antioxidante es un recurso que tiene el cuerpo para bloquear el crecimiento de células cancerígenas, como en la cáncer de mama, pulmón o de próstata. Tomar vino tinto es importante, en especial, para las mujeres ya que el estrógeno deriva a menudo en problemas cancerígenos.
Combate las infecciones urinarias
Los antioxidantes y astringentes de los que ya hemos hablado antes, evitan que las bacterias invadan nuestra vejiga o riñones y optimiza su filtrado y depuración. Solo necesitarás una copa de vino para beneficiarte de esto.
Además, gracias al vino reducirás la probabilidad de que se formen piedras en tu riñón.
Por último, es importante recordar que previo a la toma diaria de una copa de vino tinto, para disfrutar de los efectos positivos mencionados anteriormente, debemos consultar a nuestro médico de cabecera sobre la compatibilidad con otra medicación que tomemos y nuestro estado de salud. También recordad el popular eslogan de Tráfico: ‘Si bebes, no conduzcas’, aunque sea una copa de nada.
Y además, si queréis disfrutar un poco más del vino en vuestras comidas, os recomendamos nuestra sección de recetas para culminar este artículo. ¿Vas a dejarte ahora sucumbir por los efectos beneficiosos del vino?