El sistema de solera para los licores es uno de los más tradicionales. Utilizado para la elaboración y crianza de los vinos, este consiste en formar hileras de botas apiladas una encima de otra, formando una especie de pirámide que puede tener hasta tres alturas. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!
¿A qué llamamos solera?
Para entender lo que es la solera antes debemos explicar lo que la conforma. El licor que está en las barricas más cercanas al suelo será el más añejo, a este específicamente le suelen denominar “Solera” y sobre este se colocan los más jóvenes denominados “criaderas”.
El licor que será embotellado es el que denominamos “solera” que es el más añejo. Una vez embotellado el producto, el proceso sigue su recorrido de unas barricas a otras, con lo cual, los licores o vinos que se encuentran en la segunda altura pasan a estar pegando al suelo y las barricas que más altas se encuentran se rellenan con un licor o vino joven y así sucesivamente.
Una de las razones por las que se emplea este sistema es por la homogeneidad que se crea al mezclar la diferentes producciones, haciendo que este producto sea lo más similar posible año tras año. A la vez, consiguen que los vinos o licores más jóvenes aporten el mayor número de nutrientes necesarios para las levaduras. Pero siempre será el producto más antiguo (Solera) el que se destinará al consumo final.
Características del sistema de la solera
Otra de las ventajas que podemos destacar de este sistema es que con el trasiego, entre las diferentes barricas, los licores se oxigenan dada la gran aireación que se les ofrece, esto a su vez se traduce en mayor maduración. Debemos de especificar que se deja una parte pequeña sin llenar para que quede una parte en la que trabaje el oxígeno, el cual es incorporado gracias a los poros de la madera en la que reposa el licor.
El inconveniente principal se da a la hora de mezclar los diferentes vinos ya que es un trabajo que requiere un esfuerzo y supervisión constante y su realización genera una merma en el traspaso de una bota a otra. Además debemos de tener en cuenta la evaporación que puede conllevar. Este producto que se embotella nunca podrá llevar la etiqueta de “añada” puesto que siempre estará mezclado con otro licor más joven.
También tienen un papel fundamental en este sistema de crianza las barricas o botas, normalmente tienen muchos años y están fabricadas de madera de roble. De este modo se consigue no incrementar los aromas.
Control de la solera
Para poder llevar un control en este sistema y que este sea eficaz se tendrá que supervisar constantemente, haciendo una estimación del tiempo en cada una de las alturas de las barricas que están apiladas. Este proceso lo podemos dividir en diferentes fases para mayor orden y calidad del producto que se desea obtener.
- Primera fase, hace referencia al vino que permanece en la parte inferior, la más añeja. De tres a cinco años será el tiempo que tiene que permanecer el vino, determinado dicho tiempo por el bodeguero o responsable del proceso.
- En la segunda fase, hablamos de la hilera de barricas del medio. En esta fase el tiempo oscila entre cuarenta y cincuenta meses. Lo que se obtiene de ellos es alcohol de 95º que puede llegar a rebajarse hasta unos 65º.
- Tercera fase: en este momento estamos ante la etapa final, donde conseguimos añejar.
Recuerda que los encargados de decidir el tiempo exacto para cada una de las fases serán los bodegueros o los fabricantes.
El proceso de embotellar se le denomina “saca” y solo se realiza una vez durante todo el año. Si dividiéramos el contenido de una bota en partes, solo se embotellaría un tercio del total que contenga. Por ello, siempre se recogerán dos añadas diferentes a la vez, haciendo una mezcla de ellas.
Características de los licores añejos
Una de las preguntas que todos nos hacemos es ¿Cuando un licor consigue el grado de maduración exacto? es decir, ¿cuándo envejece?
Esto depende mucho del producto que queramos conservar para después embotellarlo, y también de la persona que tenga que tomar esta decisión.
Pero hemos de decir que no existe un tiempo determinado en que debamos de parar este proceso. Cuanto más tiempo pase, más envejecido estará y la elección de mantenerlo un mayor o menor tiempo dependerá del gusto que queramos obtener.
Vinos y Licores elaborados con solera
Desde Cutanda os recomendamos el siguiente licor, que tienen este sistema de producción:
- Brandy y Fernando de Castilla Solera: un licor que pertenece a Jerez de la Frontera. Es un Brandy que ha pasado en botas durante un total de 6 años haciendo de este uno de los más sensacionales.
- Ahora bien, si lo que estamos buscando es un vino gran reserva destacaremos Don Guido Pedro Ximenez Solera. Trabajado con un sistema de solera con una vejez de veinte años, por lo prolongada que es su producción está limitada, llegando a ser numeradas cada una de las botellas que salen al mercado.
Si eres un apasionado de los licores, atrévete con una de estas dos recomendaciones que encontrarás en Vinos y Licores Cutanda.