Se suelen decantar vinos que tienen mucho tiempo en botella ya que casi siempre forman posos. Mediante la decantación es posible eliminar estos posos o restos de corcho. También nos permite dar mayor oxigenación al vino, aflorar los aromas y consumirlo a su temperatura su idónea.
Hay dos posturas en la decantación del vino, unos creen que hay que decantar todos los vinos y en cambio hay otra teoría en la que sólo hay que decantar cuando un vino tiene posos. Estos últimos argumentan su rechazo a la decantación del vino ya que la oxigenación puede perjudicar a algunos vinos con el contacto del aire, y por tanto hacer perder las propiedades del vino que ha adquirido en su envejecimiento y conservación en botella.
¿Cuándo decantar un vino?
Los sumilleres y expertos sugieren decantar vinos jóvenes ya que con el paso de las horas se vuelve más redondo, maduro, más suave y más agradable al paladar. Cuando un vino está mucho tiempo en el decantador pierde todas sus propiedades, como es la vitalidad y frescura qué aportan estos vinos, por tanto se debe decantar en el momento justo de consumir el vino.
Por tanto llegamos a la conclusión de que la decantación del vino será beneficiosa cuando el vino y las condiciones sean las idóneas, no se deben decantar todos los vinos que consumamos, sino sólo aquellos con posibilidades de contener posos, vinos jóvenes muy astringentes que necesitan oxigenación, los concentrados a causa de una vinificación tradicional, etc.
Se recomienda antes de consumir un vino que se vaya a decantar mantener la botella en posición vertical las últimas 24 horas. Los vinos adultos se deben decantar poco tiempo antes de consumirlos, alrededor de 10-15 minutos. Los más jóvenes hay que decantarlos por lo menos una 1 o 2 horas antes de servirlos.