¿Es posible disfrutar de un buen gin tonic español alternativo? Creemos que sí. De sobra es sabido que el gin tonic es una bebida popular británica. Su preparación, esa forma tan ‘académica’ de combinar, los ambientes en los que sí se puede o no se puede beber y tantas otras circunstancias de etiqueta dicen mucho de su ascendencia británica.
El gin tonic puede que sea un patrimonio británico, pero no hay nada en la letra pequeña de esta bebida que diga que no se puede reinventar, que otros no puedan revalidarla con nuevos criterios. Para demostrarlo, traemos a aquí y ahora una versión muy española del gin tonic, en la que la diferencia está en la combinación de sus extras. De qué elegimos como compañeros de viaje (de copa), la ginebra y la tónica. Una bebida que poner a la altura, porqué no, de los vinos españoles de calidad.
Pero vamos a esa fórmula básica de la receta:
Lo primero de lo primero es conseguir un vaso largo de los de vino. Sí, de vino. Luego se añade hielo al vaso, unos ocho o diez cubitos. Aunque todo depende del tamaño de la copa (vaso). A continuación vertimos la ginebra en el vaso, luego le añadimos una proporción de tónica, en la relación de dos a uno en favor de la tónica, dos partes de tónica por una de ginebra.
Es importante que la tónica esté bastante fría. El motivo es que si no es así, el hielo empezará a derretirse y con una mayor proporción de agua, el equilibrio de sabor de la combinación acabará por arruinarse, por aguarse antes de tiempo. Ya se sabe, se queda un sabor basto en la boca que nada tiene que ver con el gin tonic. A continuación hay que agitar. Basta con escuchar un apagado tintineo de los cubitos. Se sirve con su pajita ¿negra? Negra.
Pero ¿con qué ginebra hay que hacer esta combinación española? Olvídese de las clásicas ginebras Gordon, de las más delicadas Plymouth, de las London o las Old Tom. En España, en los bares con nivel de la piel de toro, la marca de bandera es la de Tanqueray. Por si no lo sabe, tiene un sabor afrutado que le da ese toque especial a un gin tonic español a la española.
Hay quien se atreve con un Larios de reserva de 12 años o quienes se dejan seducir por un Beefeater. Pero lo ideal es la de Tanqueray. El gin, como los vinos españoles de calidad, tiene sus cualidades que hay que saber conocer.
Para las tónicas, lo popular es la tónica Schweppes. Se ve en muchos lugares, pero ese gusto algo sintético no convence a pesar de que sea la combinación recurrente en muchos bares de copas, por ejemplo, en la Costa del Sol. Nuestra receta de gin tonic a la española queda redonda con la tónica Fever Tree. Sólo así podremos tener una verdadero gin tonic español, gin tonic a la española ¡y olé!
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Foto FCC vía Sami Keinanen.