«Detrás de cada botella hay mucho trabajo, mucha dedicación y muchas emociones personales.»
Pago los Balancines cuida el más mínimo detalle en el proceso de elaboración de vinos, trabajando de forma ecológica y así respetar la naturaleza y entorno. Es por ello que Pago los Balancines decidió contar con Miguel Rodríguez, licenciado en biología y especialista en Elaboración y Análisis de Vinos, como director comercial por tener las mismas pasiones que la bodega: el vino y la naturaleza.
En Vinos Cutanda hemos podido acercarnos a Miguel Rodríguez y así poder conocer de primera mano cuáles son los secretos para realizar unos vinos de calidad.
C: ¿Cómo nos presentarías Pago los Balancines en tres frases que resuman la esencia de la Bodega?¿Qué adjetivos utilizarías?
M: Con la elaboración nuestros vinos queremos sensibilizar a todo aquel que lo pruebe y que lo disfruten. Por ello nuestro objetivo es provocar emociones con nuestros vinos, que además cuenten con un precio asequible, y hacerlo de una forma ecológica y rentable.
Pago Balancines cuida los detalles, busca dar cultura a sus vinos sin dejar de lado la naturaleza.
C: Muchos de los vinos de Pago los Balancines gozan de gran reconocimiento, con más de 90 puntos según la Guía Peñín. ¿Cuál crees que es la razón de su éxito?
M: La clave está en todo el proceso de elaboración del vino, desde el cultivo de la vid, su entorno, y las personas que intervienen en el proceso. Todo ello hace destacar a nuestros vinos como elegantes y con personalidad.
C: Tenéis un alto compromiso con el medio ambiente, de hecho Pago los Balancines está inscrita en el Registro Ecológico. ¿Es complicado conseguir ser bodega orgánica?
M: La viña de Pago los Balancines está rodeada por montes, sierra y olivos. El cultivo de la vid es tratado con pautas ecológicas, respetando el ciclo natural del crecimiento de la uva. Todo estas pautas de trabajo son debidas a nuestro amor por la naturaleza, confiando que con esta forma de cuidar la viña se consiguen mejores vinos.
C: Desde tu punto de vista comercial, ¿cuál es la amenaza y oportunidad principal de los vinos extremeños en el mercado nacional e internacional?
M: El clima y diversidad de suelos consiguen crear vinos únicos. Además, Extremadura viene de una cultura histórica y tradición viticultora. Aunque es la última región española productora de vino, si elaboramos vinos de conseguiremos posicionar a Extremadura como región con calidad de vinos.
C: ¿Cómo han sido estos 4 años en la rama comercial de Pago los Balancines?
M: Estos últimos años están siendo muy intensos y gratificantes en el área comercial de la bodega. Contamos con una red muy amplia de distribución Nacional, personas identificadas con nuestro proyecto y con nuestra filosofía. Y en el mercado internacional, estamos ya presentes en más de 15 países.
Además, estamos ultimando la gama definitiva de vinos de la bodega y haciendo un restyling de etiquetas que engloba el espíritu de todos nuestros vinos.
C: En alguna ocasión has comentado tu predilección por la Garnacha Tintorera. ¿Puedes contarnos qué es lo que más te apasiona de esta variedad de uva?
M: La Garnacha Tintorera es la gran apuesta de Pago los Balancines. Porque es una variedad poco común, se adapta perfectamente a nuestro clima extremo, a nuestro suelo calizo-calcáreo. Porque la mimamos con nuestra vendimia manual, nocturna en cajas de pequeño tamaño. Y porque, a pesar de ser una variedad compleja y de muy bajo rendimiento, creemos que su minuciosa y cuidada elaboración nos ofrece vinos con los que podemos estar entre los grandes vinos de España.
C: Para terminar, nos gustaría que nos narrases alguna anécdota especial o curiosa en torno a una botella de vino.
M: Yo tengo recuerdos de mi infancia del vino que mi Abuelo Martín elaboraba en casa de forma artesanal, que me daba a probar de forma clandestina, tengo esos aromas muy interiorizados desde entonces y quizás allí sin saberlo empezó mi afición a este mundo. Mi abuelo elaboraba vino para su consumo y para regalarlo a todos sus conocidos. Eso sí, solo lo regalaba cuando el vino era muy bueno, los años malos siempre contaba que ese año había decidido no hacerlo. Yo le preguntaba porque mentía si las cubas estaban llenas también ese año y él me decía que ese año el vino era tan bueno que prefería bebérselo él. Me acuerdo de ello y siempre digo que detrás de cada botella hay mucho trabajo, mucha dedicación y muchas emociones personales. Esto es una de las razonas por las que yo más disfruto en mi trabajo. Porque con lo que hacemos, provocamos emociones en otras personas. Y por nuestra experiencia en Pago los Balancines, siempre son emociones que perduran en el recuerdo de forma positiva.
Gracias Miguel por habernos dedicado tu tiempo y esperamos que sigáis cumpliendo vuestros sueños en Pago Balancines.