Viticultor: exigencia, dedicación y satisfacción.
Bodegas Canopy, fundadas por Alfonso Chacón y Belarmino Fernández. Ambos comenzaron su andadura en el mundo de la vid hace ya trece años. Enólogos de profesión, convirtieron su pasión en su oficio con el objetivo de recuperar la importancia de una denominación de origen como lo es Méntrida.
Estas bodegas aúnan tradición e innovación en la búsqueda de una viticultura sostenible y respetuosa con el propio producto. Dedicación y mimo en un oficio, que aunque exigente y sacrificado, es recompensado satisfactoriamente con la obtención de unos vinos únicos con los que viticultor y consumidor son agradecidos.
El territorio de las Bodegas Canopy: origen, diversidad y tradición.
Las plantaciones de Bodegas Canopy cuentan con una estudiada diversidad territorial, permitiéndoles así, obtener el máximo carácter de cada tipología de uva. Un total de 19 hectáreas de viñedos divididas entre los valles del Tajo y del Tietar, contando a su vez con dos diferentes denominaciones de origen, Méntrida y Vino de La Tierra de Castilla y León.
Los terrenos de El Real de San Vicente (Toledo) y Cebreros (Ávila), situados a unos 750 metros de altitud, contemplan la variedad Garnacha. Viñedos viejos de entre 40 y 90 años junto a un suelo silíceo-granítico hacen de esta variedad tradicional un referente. A pesar de contar con una escasa producción de este tipo de uva, la calidad que se obtiene es inigualable.
Por otra parte, la variedad Syrah, acostumbrada a climas más secos y a grandes variaciones de temperatura, se cultiva en la localidad de Camarena (Toledo) a 400 metros de altitud. En esta ocasión, la utilización de un terreno más joven, 15 y 20 años, un suelo arenoso y el uso de viñas de espalderas hacen que la maduración de la uva sea perfecta, logrando así destacar todo su potencial.
La producción no se descuida en ningún momento. Tras la recogida manual del fruto y siguiendo el ideal de respetar la materia prima, se pasa al pisado y macerado del zumo en grandes barricas de roble francés, permitiéndole conservar las diferentes tonalidades y matices de sus sabores.
Viñedo: cuidado, respeto y excepción.
En las Bodegas Canopy ya hemos visto que el mimo por sus caldos es absoluto, donde se prima la calidad a la cantidad. El cuidado de sus tierras, el elaborado de sus viñedos y el respeto por el fruto son pilares fundamentales en la confección de un vino elegante, potente y excepcional.
Prueba de ello son las puntuaciones que han conseguido a lo largo de los años, tanto en la guía Peñín (96/100) como en la Parker (93/100). A continuación podréis conocer en detalle algunos de sus vinos más destacados y que además tenéis disponibles en nuestra tienda:
La Viña Escondida: (Peñín: 93//Parker: 93+) es considerado como uno de los mejores vinos de España por los críticos gastronómicos. De la variedad Garnacha consigue viajar, llenar y persistir en el paladar gracias a su frescura, sus toques minerales y especiados. Perfecto para acompañar con embutidos íbericos o carnes rojas a la parrilla.
Malpaso: (Peñín: 92//Parker: 92+) de la variedad Syrah y fermentado en barrica durante 12 meses es un vino potente, exigente, con carácter y personalidad. Frutos rojos en boca y en nariz, hierbas del boque mediterráneo. Un placer a acompañar con boletus, quesos o salsas especiadas.
Kaos: (Peñín: 90//Parker: 91) Denominación de Origen de Vino de la Tierra de Castilla y León. Un vino cultivado en unas condiciones extremas en la localidad de Cebreros (Ávila) para conseguir un sabor equilibrado en contrastes. Las carnes rojas, asados o platos como el rabo de toro son los mejores aliados para disfrutar de Kaos.
Tras conocer algo mejor el laborioso y notable trabajo de Bodegas Canopy, solo nos queda servirlo en mesa y disfrutar de la perfecta unión de un ‘terroir’ ejemplar.
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