¿Qué vinos tienen menos calorías? ¿Realmente el vino me puede incluso ayudar a adelgazar?
Beber vino estando a dieta es una de las tesituras más habituales a las que se enfrentan los Winelovers en esta época del año. Llega el verano y queremos sentirnos bien con nosotros mismos. Y al que más o al que menos siempre nos sobra algún kilito que se resiste a desaparecer y tenemos que hacer esfuerzos extraordinarios para conseguirlo. Y es cuando nos preguntamos, ¿el vino engorda?, ¿estaré tirando todo el esfuerzo por la borda por esta copita de vino?
No nos engañemos, los mayores placeres de esta vida engordan. Además nos han dicho siempre que el alcohol precisamente no es el mejor compañero de las dietas.
Pero tranquilos, hay esperanza. El vino a pesar de ser una bebida pensada para el disfrute, no deja de ser un alimento. Es por eso que nos preguntamos si se puede ajustar a la dieta que estamos siguiendo, y la verdad, te va a sorprender.
¿Cuántas calorías tiene una copa de vino?
Este dato no es exacto, depende de muchos factores. Las uvas, el tiempo de maduración, etc. Los vinos tienen carbohidratos, que vienen en el vino en forma de azúcares de la uva que quedan después de la fermentación. Este azúcar natural, los productores de vino lo llaman azúcar residual (RS).
La media de calorías suele estar entre las 110 y las 180 calorías por copa.
Esta tabla de Wine Folly nos puede ayudar a hacernos una idea.
Si realmente estás contando tus calorías y no quieres excederte, deberías buscar vinos con 5 g/ L de azúcar residual o menos.
Pero si no nos queremos complicar con reglas matemáticas, existen indicadores muchos más sencillos para adaptar el vino a nuestra dieta.
- Los vinos tintos suelen tener más carga calórica que los vinos blancos. Aunque ojo con la variedad de uva, un vino chardonnay por ejemplo puede tener lo mismo que un tinto.
- Como es obvio, los vinos secos tendrán menos azúcar que los vinos semidulces y vinos dulces, para ser exactos 0,5 gramos de azúcar por copa.
- Apuesta por el champagne o vinos espumosos secos (extra seco o brut).
- Y por último, cuanto más concentración de alcohol tenga el vino, más carbohidratos tendrá.
En esta tabla extraída de Verema quizá quede más claro.
Aunque tenemos que tener clara una cosa, aun con los vinos que más carbohidratos tienen, estamos hablando de cantidades tan mínimas que equivalen a una manzana o un yogurt.
Ejemplos de Vinos blancos Secos:
Ventajas de beber vino estando a dieta
En primer lugar hemos visto si se podría beber vino estando a dieta y si el vino realmente engorda, pero ahora vamos a ver que no es que no lo haga, si no que beberlo con moderación nos puede ayudar a adelgazar.
¿Por qué?
Vamos a explicar algunas razones por las que algunos expertos recomiendan incluir el vino en las dietas de pérdida de peso de manera saludable.
- Acelera tu metabolismo.
Por lo tanto, al consumir el vino estarás haciendo que tu cuerpo se ponga en marcha para quemar calorías.
- Aumenta tu temperatura corporal:
Cuanto más alta sea la temperatura corporal más quemarás los ingresos calóricos de tu día.
- Hace que las células grasas se formen más lentamente:
Al consumir vino, reducimos nuestra proporción de este tipo de células, algo positivo para quien pretende perder peso.
- Reduce el apetito:
El consumo moderado reduce el apetito. Para las personas que se agobian con la comida cuando están a dieta, ¡esto podría ser una buena razón para disfrutar del vino que más le guste!
Ejemplos de Champagnes y Vinos Espumosos secos:
En definitiva, a la pregunta de si beber vino estando a dieta es un error, la respuesta claramente es no. No es un error, es un acierto. Hay vinos que tienen más carbohidratos o calorías que otros pero, incluso el vino que más tenga es una cantidad insignificante.
Para finalizar, sobre el dicho de «los mayores placeres de la vida engordan» se podría decir que hemos descubierto la excepción.
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