En anteriores entregas hablamos sobre qué es el maridaje, en el sentido más estricto de la palabra. Tras esas sencillas nociones y los primeros consejos para maridar, toca meternos de lleno en materia y practicar el maridaje.
Antes de maridar debemos tener claro nuestro menú, qué platos lo conforman y qué clase de vino combina con los platos elegidos. Nosotros lo hemos hecho, y en esta ocasión, nos decantamos por la fusión perfecta que produce el vino blanco junto a un plato de pescado.
En general , los vinos blancos acompañan a pescados no grasos, mariscos o arroces. Pero existen otros blancos más untuosos, con barrica, que acompañan a pescados más grasos y platos más elaborados, guisos de pescado o zarzuelas de marisco…Sin embargo, el maridaje no sólo depende del tipo de alimento con el procuremos combinar el vino. Debemos tener en cuenta su preparación, la forma en la que cocinemos el plato es esencial para la elección del vino y, sobre todo, el uso de salsas o especias si las hubiera, garantizará el uso de un vino u otro. Por ejemplo, un pescado semi graso en salsa dulce no maridará igual que un pescado escamoso o magro cocinado a la espalda. Por ello clasificamos los diferentes tipos de pescado según diversas formas de preparación, para así conseguir un perfecto maridaje con vino blanco.
Tipos de pescado para un maridaje con vino blanco
– Pescado graso:
Son aquellos que tienen una textura más grasa, alcanzando hasta un 10% de contenido graso. Normalmente son pescados azules, entre los que destacan: el pez espada, salmón, atún, bonito, caballa o el tiburón. Para este tipo de pescados preparados a la parrilla optamos por un vino blanco más seco y sabroso, una estupenda opción sería, una buena botella de Alejairen. El mejor vino blanco de España según la Asociación Enológica de Salamanca.
– Pescado magro
Son los pescados más suaves, los blancos, con apenas un 2,5% de grasa. Destacan en este grupo la perca, panga, lenguado, lubina o el rodaballo. El pescado magro casa con un vino blanco fresco y ligero, cuya acidez acentúe el sabor suave de este tipo de pescado. Un plato de pescado blanco, poco condimentado y especiado, pide un vino blanco con fermentación en barrica como Chardonnay Dehesa del Carrizal . Sin embargo, algunos pescados como el besugo, la lubina o rodaballo que tienen mucho sabor, maridan con un vino blanco con crianza, como Martín Códax Lías.
– Pescado semi graso
También llamados de textura media, estos pescados contienen entre un 2,5 y 6% de contenido graso. Se les considera escamosos, aunque son más firmes y gruesos. En este grupo podemos encontrar: la dorada, merluza, bacalao, mero, fletán, trucha o el rape. Es habitual preparar este tipo de pescado como guiso o en salsa, haciendo imprescindible su combinación con un vino blanco fermentado en barrica, cualquier Chardonnay sería una elección excelente. Sin embargo, los vinos blancos afrutados, como el Verdejo, son los que mejor maridan con los pescados semi grasos.
Esperamos que os haya gustado nuestra pequeña guía de maridaje con vino blanco y pescado. Podrás encontrar muchas más como esta, muy pronto, en nuestra Sección de Maridaje. ¡Hasta la próxima!