¿Te has preguntado alguna vez cuál es el secreto detrás de una vid saludable y productiva? La respuesta puede estar en una práctica milenaria: la poda. Este artículo es un viaje por el arte de la poda de parras. Pero, ¿es tan simple como parece? Sigue leyendo y descubre cuándo y cómo podar tus parras para garantizar una cosecha excepcional.
¿Cuándo es el mejor momento para podar una parra?
El tiempo de poda es crucial. Generalmente, se recomienda podar las parras durante el invierno, entre noviembre y febrero. Este periodo es ideal porque las parras están en reposo vegetativo, lo que reduce el riesgo de daños y enfermedades. Además, sin las hojas, es más fácil visualizar y acceder a la estructura de la planta.
La excepción: ¿Es bueno podar la viña con hoja?
Aquí en España entra una práctica menos conocida: la poda en verde, realizada en primavera o verano. Esta técnica es útil para controlar el crecimiento y mejorar la aireación y exposición solar de los racimos. Sin embargo, requiere más experiencia, ya que una poda incorrecta puede afectar negativamente la planta.
¿Cómo se podan las parras?
Antes de empezar, asegúrate de tener las herramientas adecuadas. Necesitarás unas tijeras de podar afiladas, guantes y, en algunos casos, una sierra para cortes más grandes.
La poda de las parras no es solo cortar ramas al azar. Es un arte que busca equilibrar el crecimiento de la planta. Aquí algunos consejos:
- Identifica los sarmientos: Estos son los tallos que crecieron el año anterior y donde se producirán los frutos.
- Selecciona los sarmientos a conservar: Generalmente, se eligen de 8 a 12 de los más fuertes y bien ubicados.
- Corta los sarmientos sobrantes: Haz cortes limpios y cerca de la base del sarmiento.
- Poda los sarmientos seleccionados: Deja de 2 a 3 yemas en cada uno, dependiendo de la variedad de la vid y el clima.
La importancia de la climatología y la edad de la planta
La climatología juega un papel crucial en la poda. En regiones con inviernos suaves, se puede comenzar a podar antes, mientras que, en áreas con inviernos severos, es mejor esperar hasta que el riesgo de heladas haya pasado. Esto se debe a que las heridas de poda en climas fríos pueden provocar daños por heladas en la planta.
La edad de la parra también influye en cómo y cuándo se debe podar. Las parras jóvenes necesitan una poda más intensa para establecer una estructura fuerte. Con el tiempo, a medida que la parra madura, la poda se enfoca más en mantener la forma y promover una fructificación adecuada.
Según el tipo de variedad, las características de los sarmientos de las cepas cambian, entre las diferencias más importantes se destacan el color, la distancia entre las yemas y el sarmiento. Por eso no se aplica la misma poda a una variedad Cabernet Sauvignon, que a un Tempranillo, aunque la diferencia es poca, existe y por eso es más difícil de apreciar. La altura y la distribución de los pulgares son algunas de las diferencias que nos encontramos al cambiar de una variedad a otra.
Tipos de poda en parras
- Poda de formación: En los primeros años de la planta, la poda de formación es esencial para desarrollar la estructura deseada de la parra. Este tipo de poda se enfoca en seleccionar y formar los brazos principales y el tronco de la parra.
- Un ejemplo en esta poda es la D.O. Rías Baixas para esta variedad se suele dar una poda realizada en invierno o durante el inicio de la primavera.
- Poda de fructificación: Una vez establecida la estructura, la poda de fructificación es vital para mantener un equilibrio entre el crecimiento vegetativo y la producción de frutos. Aquí se seleccionan los sarmientos que llevarán los racimos de uva.
- Poda de mantenimiento: Esta poda se realiza en parras maduras para mantener su forma y salud. Incluye la eliminación de madera vieja o enferma y el ajuste de la carga de frutos.
- Poda en verde: Realizada durante el crecimiento activo de la planta, la poda en verde ayuda a gestionar el follaje excesivo y mejorar la calidad de los racimos. Es un complemento a la poda de invierno.
¿Cuándo podar una parra joven?
La poda de parras jóvenes es diferente. En los primeros años, el objetivo es formar la estructura de la planta. Durante este periodo, se deben podar las parras de forma más agresiva para estimular un crecimiento fuerte y saludable.
Debes evitar podarlas en días húmedos, ya que esto puede aumentar el riesgo de enfermedades a la planta.
Desinfecta tus herramientas para prevenir la propagación de enfermedades de una planta a otra.
En el primer año, es esencial podar la planta a dos o tres yemas para promover un crecimiento fuerte y vertical. No tengas miedo en realizar una poda más agresiva. Esto estimula un crecimiento más robusto y saludable. Durante el segundo año, selecciona el sarmiento más fuerte para formar el tronco principal. Poda los demás sarmientos a la base. Los años siguientes continúa formando la estructura de la planta, eligiendo sarmientos para formar los brazos de la parra.
La poda es un aspecto esencial en el cuidado de las parras. Realizarla correctamente y en el momento adecuado no solo mejora la salud de la planta, sino que también maximiza la calidad y cantidad de la cosecha. Recuerda, cada corte es una decisión que influirá en el futuro de tus vinos.
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