¿Quieres presumir de entendido del vino? ¿Qué tal unas fotos para Instagram o Facebook de tu propia cata de vino? ¿y de tu ‘bodega personal’? Si quieres presumir con tus compañeros de trabajo, amigos o en las bodas, sigue leyendo.
Decántalo
Comprar un decantador de vinos, o también un estuche de vinos con decantador, es el primer paso hacia el podio de los vinos. Muchos de tus amigos pensarán que es un jarrón bonito o una forma de servir vino de brick sin que quede feo o cutre, pero cuando empieces a utilizar términos como ‘airear el vino’, degustar ‘vinos oxigenados y sin sedimentos, tome color, se atempere y oxigene’.
Oler el corcho cuando destaponamos la botella puede ser interpretado como un gesto de experto, pero os recomendamos luciros cuando llega el momento de la cata.
Pero no te conformes con que vean el decantador con el vino, muéstrales cómo se hace e incluso, para hacer todavía más real el postureo, haceros un selfie o foto… Enseñar a uno de tus amigos puede hacer que te vean todavía más como un experto. Ya lo decía Víctor Hugo “El porvenir está en manos del maestro de escuela”. Si queréis ser todavía más expertos, os recomendamos La guía perfecta de uso del decantador de vino.
Sírvelo
Una vez que hemos postureado con el decantador o aireador de vino, podemos continuar presumiendo de saber hasta dónde o a qué temperatura tenemos que servir el vino, de lo que ya hablamos en ¿Hasta dónde llenar la copa de vino? Si estamos un evento como una boda, podemos hablar de lo acertados que han estado los camareros al servir el vino o no.
Servir el vino tinto, blanco, rosado o espumoso es diferente no solo en temperatura de servicio, sino también en la cantidad de copa que llenamos de esta. Explícales el por qué y quedarás como todo un Master of Wine.
Al servirlo en la copa, gira levemente la botella para que no se derramen las gotas. Verás como tus amigos se quedan asombrados de tu clase al servir.
Cátalo
Catar sin ser un experto es más fácil de lo que parece, como ya vimos anteriormente. Tenemos que tener en cuenta tres partes a la hora de presumir delante de nuestros amigos: visual, olfativa y gustativa.
Observa su color
¡No cojas la copa por el cáliz! Las copas de vino siempre se cogen por el tallo o la base. Si no has abierto la botella tú mismo, analiza el color para saber la edad. Los tintos se aclaran y los blancos aumentan su color con la edad.
Huélelo
¡Agárrense que vienen curvas! La parte olfativa puede ser donde quedemos como unos garrulos o como un experto ante nuestros amigos. Sujeta la copa con firmeza, tapa con tu mano la boca y agita: huélela. Esta técnica será mejor que meter las narices dentro de la copa, que aunque lo hacen muchos críticos, podemos destruir todo lo que hemos estado construyendo desde el paso uno. Aprende algunas frases del mundo de la cata, como aromas a frutas rojas, carácter del vino, etc. (puedes echarle un ojo disimuladamente a la etiqueta antes de hacerlo).
Bébelo
Este último paso es el más complicado para los menos expertos, así que práctica en casa si puedes. Hay que tratar de percibir los sabores: salados, dulces, ácidos o amargos. No hables de términos generales como fuerte o sabroso: trata de buscar un sabor similar como frutas, madera, etc. ¡Escupe! El primer trago de vino se suele escupir para seguir saboreándolo. Pero eso sí, no pierdas la clase, ante todo, eres un gentleman.
Discútelo
Por último, podemos hablar del vino si hemos identificado la botella y hablar de los premios que ha conseguido esa cosecha o los puntos Robert Parker y Guía Peñín. Si lo compras tú, asegúrate que tenga algún premio prestigioso para hablar de eso. Y durante la conversación que tengáis, sea de vino o no, intenta colocar la frase ‘In vino veritas’ (“En el vino está la verdad”), para dártelas de realmente culto en la materia.
¡Enhorabuena a todos! Ya tenéis vuestro primer curso de postureo con vino. No te olvides de subir fotos y Snapchats a tu cuenta. Y si quieres hacérnoslas llegar, búscanos en redes sociales.